sábado, 13 de agosto de 2011

Desarrollo de la Vision en Ninos.......

     Como Especialista en la Salud Visual, durante mi consulta con mucha frecuencia me veo abocada a las siguientes preguntas: ¿A qué edad empiezan a ver a mi hijo/a? ¿Qué es lo normal de su desarrollo visual? ¿Cuando ve igual que lo que vemos los adultos? ¿Es normal que desvíe un ojo? ¿A qué edad necesita su primer control visual? ¿Que me puede hacer sospechar que hay algo malo con sus ojos? ¿Para que piden los certificados visuales en los colegios?
     Como todos sabemos, el cerebro de un niño es muy plástico. Esto quiere decir que es maleable y vulnerable a los diferentes estímulos ambientales. De ahí la famosa frase de “los niños son como una esponja, todo lo absorben”, lo cual es muy bueno cuando los estímulos son los adecuados, pero cuando estos son insuficientes en número o inadecuados en calidad, pueden producir alteraciones permanentes. Para un desarrollo visual normal es necesario una estimulación temprana de la visión con imágenes claras para cada una de las retinas y una alineación adecuada de ellas. En otras palabras los ojos y el cerebro necesitan aprender a ver.
     Cuando nacemos, la agudeza visual no es muy buena. Se encuentra en los alrededores del 5% de la normalidad (20/400). Esto se debe a la inmadurez de los centros visuales cerebrales (el núcleo geniculado lateral y la corteza estriada). A medida que se van recibiendo los diferentes estímulos del medio ambiente, se van formando ciertas conexiones en el cerebro (corticales) y mejora la visión. Empiezan a aumentar tanto la agudeza visual como el campo visual del niño. Usualmente al mes y medio de vida se logra una fijación central de la mirada y un seguimiento suave y adecuado de los diferentes estímulos. Alcanzar este logro, fijación y seguimiento suave, se convierte en uno de los principales medidores clínicos de un adecuado desarrollo.
     También durante estos primeros 2 meses de vida se produce el principal aumento de la visión hasta lograr a los 4 meses llegar al 10% de la visión (20/200) y al año y medio equipararla con la visión de un adulto.
     Por todo lo anterior estas primeras 8 semanas se conocen como el Período crítico del desarrollo visual. Cualquier estímulo anómalo en este lapso de tiempo puede producir daños permanentes en los centros visuales cerebrales.
     Esta mejoría de la visión no solo se lograr de cada ojo por separado, sino también de la función binocular. Esta, es el proceso de integración de las imágenes recibidas en la retina de ambos ojos en una imagen única tridimensional. Una cosa es lo que cada ojo ve por sí mismo y otra es el ver con ambos ojos al mismo tiempo. Aquí también son importantísimos los estímulos adecuados y parejos que deben llegar a los ojos. A los 2 meses encontramos visión binocular y a los 6 meses estereopsis (visión de profundidad).
     Cuando el cerebro en desarrollo recibe estímulos diferentes provenientes de cada ojo tiende a defenderse para evitar confusiones. Lo que hace es que suprime la imagen inadecuada y utiliza la de mejor calidad. Estos estímulos diferentes incluyen una imagen borrosa y la otra no, ojos desviados que reciben distintas imágenes o que solo reciben imagen de un solo ojo y del otro no. Se ha visto que esta supresión a nivel cerebral va a producir cambios funcionales y estructurales en las vías visuales. Va a disminuir el número y la funcionalidad de las neuronas visuales y se va a producir el famoso ojo perezoso o ambliopía.
La ambliopía es una mala visión producida por un desarrollo visual inadecuado secundario a una interrupción en el estímulo visual. En pocas palabras, el cerebro no aprende a ver. Es la causa principal de baja visión en niños y de disminución de la agudeza visual unilateral (un solo ojo). Afecta al 2% de la población general y es prevenible. No solo afecta la agudeza visual (cantidad de visión) sino la sensibilidad de contraste (calidad de visión) y la estereopsis (tridimensionalidad). Esta puede ser producida por alteraciones como cataratas, astigmatismo, hipermetropía, estrabismo o cualquier otra cosa que altere la visión en uno o ambos ojos. Algunas de estas alteraciones son evidentes y llevan a consultar rápidamente. Hay otras que son más sutiles y no se detectan sino en un examen de rutina. De ahí la importancia de los controles con el oftalmólogo desde que nacen ya que muchas de estas alteraciones son corregibles si se detectan y tratan a tiempo. Recordemos que la plasticidad cerebral va disminuyendo con la edad y la posibilidad de corregir esta ambliopía disminuye con ella.
     Hay ciertos signos que nos hacen sospechar que hay una ambliopía. Cuando el niño ya habla es más sencillo, pues es cuestión de comparar un ojo con el otro y preguntarle cual es su percepción visual. Es importante anotar que en algunas ocasiones las respuestas no son claras.
     En niños pre verbales (que aun no hablan) es un poco más complicado. Hay que evaluar su comportamiento visual. Esto se logra observando y comparando ambos ojos. Evaluamos la habilidad para fijar y seguir un objeto. Este puede ser la cara del examinador o un juguete pequeño. Al hacer esto hay que fijarse en la capacidad de concentración del niño para diferenciar si no sigue por mala visión o por falta de interés. También comparamos un ojo con el otro, es decir, hacemos el examen tapando un ojo y luego tapando el otro varias veces. La reacción al ocluir un ojo debe ser igual que al ocluir el ojo contra lateral o no debe haber ninguna reacción.
     Cuando la visión se encuentra alterada en un ojo, generalmente el niño se molesta cuando le tapan el ojo de mejor visión. Esto hay que repetirlo varias veces y si hay preferencia consistente por un ojo es altamente sugestiva de ambliopía en el ojo contra lateral. No debemos olvidarnos que es normal que los movimientos oculares sean un poco descoordinados.
     Otros signos que nos deben llevar a consultar inmediatamente al oftalmólogo son párpados caídos (principalmente si tapan la pupila), un reflejo asimétrico en los ojos, un reflejo blanco o amarillo en la pupila al tomar una foto, notar que no sigue a las personas o que no reacciona al prender una luz, desviación de los ojos, posiciones anómalas de la cabeza (tortícolis), molestia cuando hay mucha luz (fotofobia), que se pegue mucho al papel o a la televisión, o cualquier cosa que se salga de la normalidad.
     Hay niños que se encuentran en mayor riesgo de alteraciones. Estos son los niños prematuros, hijos de madres con infecciones durante el embarazo, hijos de madres alcohólicas o drogadictas y antecedentes familiares de ceguera o enfermedades oculares. Los primeros tienen seis veces más riesgo que los niños a término de necesitar gafas o desviar los ojos. Además tienen un riesgo elevado de ceguera por inmadurez de la retina al nacer. Estos niños deben ser evaluados por un retinólogo o un oftalmólogo pediatra al nacer de forma seguida hasta que el oftalmólogo considere necesario. La principal causa de ceguera en niños es por prematuridad y esta es prevenible si se encuentra y trata a tiempo con un buen examen.
     Insisto en la importancia de no olvidar que la plasticidad cerebral va disminuyendo con la edad y que solo tenemos tiempo de corregir la ambliopía mientras esta siga vigente. De ahí la importancia de los controles y la razón de los certificados visuales para el colegio. Es obligación de los pediatras informar a sus pacientes sobre esto y enviarlos a un especialista en salud visual lo más temprano posible, pues a veces cuando entran al colegio ya es demasiado tarde

jueves, 11 de agosto de 2011

Buscando la Excelencia!!!!!








La búsqueda de la excelencia en la profe­sión de la Optometría, significa realizar una reflexión acerca del quehacer cien­tífico del Optometrista por un lado, y por otro, identificar como definimos y comprendemos los conceptos de Ética, Bioética y Filosofía aplicamos al campo de la Optometría. Es decir llevar a cabo una reflexión de cómo nos conducimos en nuestra practica profesional y como llegamos a la toma de decisiones del tratamiento clínico para lograr un bienestar al paciente.
El campo de la Ética aplicada a la Optome­tría, nos conduce a pensar en la vocación del Optometrista, en su responsabilidad adquirida con uno mismo y con los demás, es ir en busca de un mejoramiento en la formación académica y en un continuo desarrollo personal como ser humano, con el fin de proporcionar un servicio optométrico de calidad.
Consiste también en tener claro, los princi­pios de un Optometrista como profesional de la salud, manifestar un pensamiento “fuerte” donde se vea la conducta de lo “correcto”, es decir, proponer lo que realmente necesita nues­tro paciente cuando recurre a nosotros esto es el “significado del Optometrista” pues influye en el bienestar de otras personas.
Es importante mencionar que los principios de una conducta ética en el Optometrista, cuando atiende a un paciente son:
     • El paciente que presenta un problema visual, es un ser humano, no es solo un “par de ojos” pues el paciente espera del Opto­metrista lo ayude a mejorar su visión y esta mejora se refleje en un bienestar general del paciente.
• Reconocer como profesionista, las limita­ciones en los conocimientos adquiridos por lo que es importante aprender a realizar canalizaciones oportunas a fin de que el paciente continué con su tratamiento con otros profesionistas y colaboremos así con el logro de un bienestar del paciente.
• Tener claro que todas las personas mere­cen un trato digno y correcto por parte de nosotros.
• El paciente que recurre a nosotros debe tener la información de su padecimiento, es decir el optometrista debe explicarle al paciente cual es su problema visual y cual sea su tratamiento.
Para llegar a una correcta toma de deci­siones con el paciente, es necesario tomar en cuenta:
• Conocer adecuadamente la naturaleza del problema visual del paciente.
• Llegar a un diagnostico correcto
• Saber el pronóstico del paciente
• Conocer adecuadamente los procedimien­tos técnicos seleccionados que utilizaremos con el paciente en el momento de su revi­sión optométrica.
• Cuales son los beneficios que obtendrá el paciente a corto y mediano plazo con el tratamiento que proponemos.
• Identificar otros tratamientos alternativos que le podemos ofrecer al paciente.
• Conocer cuales son las consecuencias que el paciente tendrá en caso de no optar por ningún tratamiento.
• Saber que el paciente tiene la libertad de cambiar por otro tratamiento adecuado a su problema visual.
Como vemos, la aplicación del campo de la Ética a la Optometría, nos permite conducir­nos a tener un criterio sobre como emplear los procedimientos clínicos a nuestros pacientes y cual seria el beneficio que se obtendrá tanto para el paciente como para el optometrista.
En el caso de aplicar el campo de la Bio­ética a la optometría, tiene como objetivo, analizar como se aplica el rigor científico en la utilización de la Historia Clínica Optométrica, se debe tener una metodología en el momento de la revisión del paciente obteniendo información como:
• Conocer suficientemente las condiciones de salud en general del paciente.
• Identificar cuales son los datos clínicos específicos del sistema visual.
• Identificar los signos y síntomas que pre­senta el paciente.
• Realizar una evaluación general y especi­fica del problema visual que presente el paciente, pues cada persona representa un caso clínico único.
Desde la perspectiva de la Filosofía, la optometría tiene como objetivo fundamental, solucionar los diferentes problemas del sistema visual de la población.
El optometrista tiene que ver con el estudio del sistema visual del ser humano y tiene la finalidad de resolver y mejorar la visión de las personas, el paciente depende del optometrista para ser tratado y resolverle los diferentes pro­blemas visuales que se aquejan, en el momento de llevar a cabo la solución de los problemas visuales, el paciente es llevado paralelamente a un estado de salud visual, permitiéndole ser independiente y capaz de desarrollar sus activi­dades con mayor seguridad.
Esta forma de “ser” el optometrista, se logra con la realización de un examen visual completo es decir, debe tener un diagnostico Refractivo, de Salud Visual, de Binocularidad y Sensorial la conducta que debe de tener un optometrista ante el paciente es:
• Debe conocer al paciente en su proble­mática visual, en su modo de vida y en ser capaz de orientarlo.
• Establecer un compromiso con su problema visual.
• Ser sensible a los problemas visuales del paciente con el fin de ofrecerle un buen tratamiento.
• Saber que esta problemática que presenta en paciente es información confidencial.
Conclusión
Los campos de la Ética, Bioética y Filosofía aplicados a la Optometría representan en su conjunto la oportunidad de ejercer la profesión de la Optometría con un alto grado de calidad.
El significado del optometrista se basa entonces en:
• Desarrollar un ejercicio profesional ético
• Realizar y desarrollar actividades profesio­nales en equipos inter y multidisciplinarios para mejorar la atención clínica integral del paciente.
• Tener claro que el Optometrista tiene un lugar en la sociedad y que su labor tiene que ser legislada.
• Ser optometrista significa también tener vocación de servicio, manifestar compro­miso con los pacientes, saber dar repuesta a los problemas de salud visual de la pobla­ción.
• Tener siempre presente el código de ética del optometrista en su trabajo clínico.
“Por lo que aspirar a la Excelencia, es entonces que el optometrista asuma un compromiso moral con el paciente, cole­gas y la sociedad y debe tener claro que tiene que alcanzar en sus pacientes el mejor logro en cada uno de ellos logrando así mejorar la calidad de sus servicios y un desarrollo en su propia calidad humana, esto es la Búsqueda de la Excelencia en la Practica Profesional de la Optometría.”

miércoles, 10 de agosto de 2011

Estimulacion Visual Infantil

La estimulación visual infantil enseña a aprender a ver mejor. Cuanto más se usa la visión, mayor es la probabilidad de un mejor funcionamiento visual. La idea motor de la estimulación visual es ayudar al niño a desarrollar todas sus capacidades físicas y emocionales.

Desde el nacimiento, los niños utilizan la capacidad visual para conquistar progresivamente su entorno. El
ojo les brinda las informaciones necesarias sobre el tamaño, las formas y los colores de los objetos y de las personas de su alrededor y de los movimientos que realizan. Los estímulos visuales que reciben les invitan a explorar el espacio, a mover el juguete y a sonreír a su madre cuando se acerca. Una buena visión también les ayuda a mejorar su coordinación ojo-mano cogiendo los objetos a su alcance o buscándolos con la mirada. Sus primeros pasos están facilitados por la visión, y la conquista del espacio y la salida al ambiente no familiar exigen una capacidad visual funcionando a pleno rendimiento.

Estimulación Visual Temprana

Niño con gafasEl niño con dificultades visuales debe aprender todo esto también, pero necesita una guía en el camino de este aprendizaje. Con una temprana estimulación de los procesos de aprendizaje visuales se puede conseguir esta meta y evitar que su deficiencia visual le pueda conducir a alteraciones en su personalidad porque la discapacidad visual también es multifuncional. Con la estimulación temprana de la viso-motricidad varía también la capacidad de pensar y con ello la oportunidad de tratar con las personas. Así se facilita la conducta social y la capacidad para afirmarse en grupo.

 

 

La agudeza visual infantil

El desarrollo de la agudeza visual es necesario para la evolución de la acomodación. La agudeza visual va mejorando hacia los tres meses y se acerca a los valores propios del adulto a los seis meses. Cuando a los dos años, el niño emplea su visión en tareas cada vez más complejas, se suele descubrir que hay un problema.

Aprender a ver

La estimulación visual es una técnica que requiere la confección de un programa individualizado de actividades que siga una secuencia de experiencias visuales encaminadas a buscar una mejora en el funcionamiento visual.
"La idea motor de la estimulación visual es aprender a ver", ha afirmado la doctora Barraga, pionera en el tratamiento educativo de la baja visión, "ya que la visión no se gasta ni se ahorra".

Cómo estimular la visión del niño

Cuanto más se usa la visión, mayor es la probabilidad de un mejor funcionamiento visual. Por tanto, la estimulación visual tendrá más posibilidades de éxito, si se tienen en cuenta estas recomendaciones:
- Corta edad. Cuanto más pequeño es el niño o la niña, mayor es la probabilidad de un rápido progreso en el uso de la visión.
- Motivación. Las niñas y los niños necesitan ser animados a usar su visión en todas las tareas y actividades para que puedan progresar.
- Mantener el contacto. Enseñar al niño o a la niña de baja visión a trabajar manteniendo el contacto de los ojos con los objetos y especialmente con las personas.
- Explorar. Estimular la exploración exterior en el patio de recreo o en las clases de educación física permitiendo las caídas normales ocasionadas por el mal cálculo de las distancias. Se debe evitar la sobreprotección.
- Fomentar la lectura. Incluso cuando leen muy lentamente, moviendo la cabeza o el libro en lugar de los ojos. Si se cansan y se saltan líneas o pierden el hilo se puede cambiar de tarea a otra menos exigente desde el punto de vista visual.
- Contrastes. El papel blanco y la tinta negra son los que proporcionan una máxima visibilidad y un mayor contraste.
- Gafas y lupas. Favorecen el uso de la visión que posee una persona, pero no pueden devolver la visión normal.

martes, 2 de agosto de 2011

Examen Minimo para Pacientes Pediatrico

En la actualidad en la mayoría de las ópticas no se brinda atención optométrica a la población pediátrica comprendida entre los tres y los diez años de edad. Ya sea por falta de “tacto” para trabajar con niños, la falta de equipo apropiado para atenderlos o, lo más triste, en algunos casos por falta de conocimientos.
El examen de un paciente pediátrico realmente no difiere mucho del examen rutinario que realizamos a pacientes de mayor edad.
La diferencia real es saber escoger la prueba adecuada y el momento adecuado para realizar dicha prueba.
Es de vital importancia también tener un conocimiento pleno de los valores esperados en cuanto al estado refractivo según la edad del paciente, para evitar así el desarrollo de complicaciones por factores ambliogénicos sin un adecuado cuidado optométrico. Es importante también para evitar que seamos nosotros mismos quienes ocasionemos alguna interferencia en el desarrollo de la emetropización del paciente.
En este artículo se pretende hacer una “guía básica” para que el optometrista convencional tenga las herramientas “mínimas ”necesarias para brindar atención a esta población sin la necesidad de equipo adicional al que usualmente se maneja en un consultorio promedio, permitiendo en lo posible, un mejor desarrollo del desempeño visual, académico y recreacional de nuestros pequeños pacientes, quienes sin lugar a duda merecen lo mejor de nosotros.
Los procedimientos aquí descritos no pretenden ni deben sustituir los siguientes puntos:
•Síntomas del paciente en particular
•La naturaleza y secuencia de la examinación
•Hallazgos clínicos
•El juicio profesional
La examinación de los pacientes pediátricos usualmente se realiza mejor por las mañanas cuando el paciente se encuentra alerta y descansado, sobre todo en pacientes pequeños entre los tres y cinco años de edad.
Los procedimiento serán seleccionados de acuerdo a la edad del paciente y en particular se debe tratar de hacer la prueba en el menor tiempo posible sin restar calidad a la evaluación.
Detección temprana y prevención

Como sabemos bien, la detección temprana y la prevención de condiciones que pudieran ocasionar pérdida permanente de la visión.
Secuencia de la examinación
La examinación del paciente deberá incluir, pero no esta limitada a las siguientes pruebas:
Historia clínica

Todos los optometristas manejamos nuestra historia clínica personalizada de acuerdo a las necesidades o costumbres del área geográfica sin embargo, algunas de las preguntas que todas historia clínica debe incluir son:
•Motivo principal de la consulta
•Historia visual y ocular
•Antecedentes generales patológicos y no patológicos (incluyendo historia prenatal, perinatal y postnatal)
•Historia médica familiar
•Historia del desarrollo del niño Y en niños en edad escolar
•Rendimiento escolar del niño

Agudeza visual

En pacientes que se encuentran ya en edad escolar uno de los principales motivos de consulta es el rendimiento académico, y como ustedes saben bien siempre lo primero que le viene a la mente al maestro o a los padres es que el niño “no ve bien”.
En pacientes pequeños, iletrados o pacientes con necesidades especiales:
•Prueba de mirada preferencial
•Prueba de Bruckner
•Broken Wheels
•Optotipos de LEA
En pacientes en edad escolar y con desarrollo cognitivo apropiado:
•Optotipos de Snellen
•HTVO
En esta población una modificación clave puede ser el simple hecho de mostrar la letras de manera aislada, ya sea individualmente o por línea.
Nota importante: La valoración de la agudeza visual nos puede servir de base para confirmar o eliminar la hipótesis respecto al nivel de binocularidad del paciente. Nos provee también de una idea de qué camino tomar en el resto de la evaluación.
De la misma forma este grupo de pacientes que se encuentra ya en edad escolar uno de los principales motivos de consulta es el rendimiento académico, y como ustedes saben bien, siempre lo primero que le viene a la mente al maestro o a los padres, es que el niño “no ve bien”.
Por lo tanto si la valoración optométrica se limita a los valores encontrados en la agudeza visual y a los pacientes con una vista de 20/20 ya sea sin corrección o ya una vez compensado con anteojos los problemas refractivos, se les dice a los padres que el niño está bien, que no tiene ningún problema, se fallará en detectar condiciones las cuales afectan el aprendizaje de manera directa. Dándole a los padres una falsa sensación de seguridad y se quedarán con la idea de que el niño no requiere una examinación más profesional y detallada.

Estado refractivo

Los procedimientos tradicionales para determinar el estado refractivo del paciente son utilizados también en la población pediátrica pero tomando en cuenta la poca atención que brinda el paciente y el hecho que no mantienen la fijación estable en el punto de fijación. Por lo dicho anteriormente los procedimientos usados más frecuentemente son:
•Refracción ciclopéjica
•Retinoscopía de Mohindra
•Retinoscopía Dinámica
•Auto refractómetro Nota: Es importante que de elegir realizar una refracción bajo ciclopégicos tomar las precauciones necesarias:
•Elegir un ciclopégico adecuado (pacientes con iris claro pueden exhibir una respuesta incrementada, por otro lado pacientes con iris muy oscuro podrían requerir dosis más frecuentes).
•Evitar la sobre dosificación (pacientes con Síndrome de Down, parálisis cerebral y otros desórdenes del sistema nervioso central pueden manifestar una respuesta exagerada al ciclopégico).
•Ciclopentolato al 1% es el medicamento de elección debido a que ofrece una midriasis rápida con ciclopegia satisfactoria. Su inicio de acción es corto (2045 minutos) y su duración es corta también (de 324 horas). Dos gotas deberá ser instilada con una separación de cinco minutos entre dosis.
•Se recomienda el uso de la regla esquiascópica o en su defecto lentes de la caja de prueba para llevar a cabo la retinoscopía.
En pacientes en edades comprendidas entre los seis años en adelante:

•Retinoscopía estática
•Examen subjetivo (en la manera tradicional)
Estudios han demostrado que astigmatismo contra la regla es común en pacientes de tres años, pero a los cinco años de edad es más frecuente que éste sea con la regla. Sólamente un porcentaje bajo de pacientes tiene astigmatismo oblicuo.
Una vez determinado el estado refractivo del paciente se deberán considerar los factores ambliogénicos: Miopía hipermetropía Anisomeropía 6. 50 de 3. 50 de diferencia diferencia
Nota: Cuando no se encuentra una relación entre la cuantía de la anisometropía y la disminución de la agudeza visual, la causa base puede ser de origen orgánico.

Motilidad ocular y visión binocular

Cualquiera de los siguientes procedimientos puede ser usado para determinar la función de visión binocular del paciente:
•Prueba de pantalleo
•Prueba de Hirschberg
•Prueba de Krimsky
•Prueba de Bruckner
•Versiones
•Ducciones
•Punto próximo de convergencia
•Estereopsis
En pacientes mayores de siete años adicionalmente:

•Vergencias fusionales
•Amplitud acomodativa
•Facilidad acomodativa
Mas allá de los errores refractivos, esta población en particular cae dentro de las anomalías de la visión binocular. Estas condiciones pueden ser la causa de los problemas académicos, ocasionando un número de síntomas dentro de los cuales se encuentra:

•Dolor ocular
•Visión borrosa
•Dilopía
•Perdida de lugar en la lectura
•Saltarse líneas
•Que se le mueven las letras
•Inhabilidad para sostener la atención al leer
•Reducción de la comprensión de la lectura entre otras.
Es esta la razón por lo cual es crítica una valoración cuidadosa de este grupo de niños.

Salud ocular
Deberá incluir lo siguiente:
•Evaluación del segmento anterior y anexos
•Evaluación del segmento posterior
•Evaluación de los reflejos pupilares
•Campimetría por confrontación
En caso de ser necesario y contar con el equipo adecuado se deberá evaluar la presión intraocular.
Nota: Las pruebas de pantalleo, versiones, ducciones son también aspectos claves para establecer la salud ocular del paciente; por ejemplo la presencia de estrabismo pudiera indicar un número de enfermedades como neoplasma, desordenes neuromusculares, infecciones, anomalías vasculares o daños post traumáticos.
Diagnóstico
Una vez terminada la valoración optométrica, el optometrista deberá analizar la información obtenida y establecer así un diagnóstico al igual que el plan de tratamiento. En algunos casos habrá necesidad de referir al paciente a un optometrista más experimentado y en ocasiones de ser necesario referir al médico pediatra, al oftalmólogo pediátrico o al especialista en cuestión, dependiendo de los resultados de la valoración.
Este es un aspecto crucial, muchos optometristas no brindan una evaluación funcional de la visión del paciente, y más triste aún, no ven la necesidad de referir al paciente a un optometrista comportamental, coadyuvando en ocasiones al deterioro de la visión binocular del paciente, y así mismo limitando el potencial del niño en su desempeño cotidiano y su calidad de vida.
Yo guardo aún la esperanza que seamos más humildes y sepamos reconocer nuestras limitaciones poniendo siempre en primer lugar el cuidado de nuestro paciente. Espero también que cada día sean más los optometristas que brinden atención a la población pediátrica y más aún que cada vez seamos más los optometristas que buscamos más que el 20/20. . . el desarrollo visual