Igual que no es lo mismo “ver” que “mirar”, en la visión no sólo es suficiente que la luz se enfoque en un punto determinado de la retina para que veamos el 100%, sino que ADEMÁS, visión es entender lo que vemos.
Para entender esto, primero explicaré lo que significan las palabras Agudeza Visual que tantas veces empleamos con los pacientes al decir “Usted ve un X por ciento”, pero puede que no tengáis muy claro lo que ello significa realmente.
Cuando evaluamos la prueba de Agudeza Visual, estamos midiendo la capacidad de una persona para identificar unas letras, dibujos o signos, a una distancia a la que deberían ser vistos; y el valor final es el tamaño de los símbolos más pequeños que el paciente sea capaz de leer a dicha distancia.
Me explico un poco mejor: cuando realizamos esta prueba, el paciente debe sentarse a unos 6 metros (20 pies) de las letras (por falta de esa distancia en muchas consultas u ópticas, existen unos proyectores especiales que simulan esos 6 metros, aunque físicamente no exista esa distancia real). Al decir que una persona tiene 100% de visión, 1.0 ó un 20/20 (6/6) (es todo lo mismo), lo que queremos decir es que dicha persona ve a 6 metros lo que se debería ver a 6 metros. Pero si por ejemplo, esa persona ve 20/10 (6/3 ó 0.5), nos indica que a la distancia de 6 metros, sólo llega a ver lo que se debería ver a 3 metros, es decir, tiene el 50% de visión.
La Agudeza Visual por tanto, es la capacidad de ver los detalles de un objeto. Pero precisamente porque dicho objeto no se encuentra flotando en la “nada”, sino que además, hay muchos más objetos que lo rodean, nosotros estamos a una distancia del objeto, con él podemos querer realizar una acción y otros sentidos pueden estar implicados en esa decisión…, la visión no sólo es ver claro ese objeto, sino que intervienen muchas más “cualidades visuales” .
"Se estima que el 80% de todo el aprendizaje durante los 12 primeros años del niño se produce a través de la visión".
Porque un niño o un adulto tenga una Agudeza Visual en un determinado test del 100%, no implica que tenga buena visión, ya que puede tener problemas para enfocar un texto cuando lee un libro, o puede tener mala coordinación ojo-mano y tener una mala escritura, o puede tener problemas para que sus dos ojos trabajen de forma coordinada y conjunta y se canse a los 10 minutos de estar haciendo un tarea en cerca, o puede ser “torpe” y golpearse con las cosas porque no calcula bien las distancias. En todos estos ejemplos está implicada la visión y con ellos sólo quería demostraros que aunque tengamos una Agudeza Visual del 100%, puede que no tengamos una Visión del 100%.
En muchas ópticas, cuando una persona va a hacerse una revisión, se limitan a obtener este resultado y a averiguar con qué lente puede mejorar ese porcentaje (si hay miopía, hipermetropía o astigmatismo), sin pararse a evaluar si esa visión funciona bien y si trabaja conjuntamente con otros sentidos. Es decir, para ellos la meta es conseguir ver el 100% de agudeza visual y no plantearse si hay algún otro síntoma que demuestre que no sólo se trata de mejorar la Agudeza, sino también de mejorar el rendimiento cuando se trabaja en cerca, o mejorar en un deporte o mejorar la lectura y su comprensión. Por ello, como no siempre se relacionan los problemas que se tienen en la vida diaria con un problema en la visión, yo os recomiendo que visitéis una consulta especializada que os ofrezca un estudio más amplio. Os sorprenderíais de cuántos síntomas y problemas en el cole, pueden eliminarse con la Terapia Visual y lo que ésta puede mejorar la calidad de vida en general de cualquier persona.
Un niño puede ser diagnosticado con una “visión perfecta” por un óptico o un oftalmólogo (indistintamente) simplemente por tener un 100% de Agudeza Visual, sin medírsele las habilidades visuales (enfoque, visión periférica, coordinación ojo-mano, discriminación de formas, relaciones espaciales,…) necesarias para tener un correcto aprendizaje o una buena coordinación corporal. En otra entrada posterior os contaré más detenidamente los problemas visuales relacionados con el aprendizaje.
Si un niño se tiene que esforzar en el colegio, en los deportes o en su conducta en casa, tanto padres como profesores deberían considerar que puede existir un problema visual, más allá de una Agudeza Visual.
Un ejemplo comparativo sencillo es el siguiente: cuando leemos no basta con verbalizar lo que vemos escrito y leer como un papagayo, tenemos que comprender lo que vemos. Por tanto, cuando leemos, no sólo es necesario que veamos las letras nítidas, tenemos que saber, recordar, interpretar y verbalizar lo que está escrito y de todo ello se encarga el proceso de la visión
Me explico un poco mejor: cuando realizamos esta prueba, el paciente debe sentarse a unos 6 metros (20 pies) de las letras (por falta de esa distancia en muchas consultas u ópticas, existen unos proyectores especiales que simulan esos 6 metros, aunque físicamente no exista esa distancia real). Al decir que una persona tiene 100% de visión, 1.0 ó un 20/20 (6/6) (es todo lo mismo), lo que queremos decir es que dicha persona ve a 6 metros lo que se debería ver a 6 metros. Pero si por ejemplo, esa persona ve 20/10 (6/3 ó 0.5), nos indica que a la distancia de 6 metros, sólo llega a ver lo que se debería ver a 3 metros, es decir, tiene el 50% de visión.
La Agudeza Visual por tanto, es la capacidad de ver los detalles de un objeto. Pero precisamente porque dicho objeto no se encuentra flotando en la “nada”, sino que además, hay muchos más objetos que lo rodean, nosotros estamos a una distancia del objeto, con él podemos querer realizar una acción y otros sentidos pueden estar implicados en esa decisión…, la visión no sólo es ver claro ese objeto, sino que intervienen muchas más “cualidades visuales” .
"Se estima que el 80% de todo el aprendizaje durante los 12 primeros años del niño se produce a través de la visión".
Porque un niño o un adulto tenga una Agudeza Visual en un determinado test del 100%, no implica que tenga buena visión, ya que puede tener problemas para enfocar un texto cuando lee un libro, o puede tener mala coordinación ojo-mano y tener una mala escritura, o puede tener problemas para que sus dos ojos trabajen de forma coordinada y conjunta y se canse a los 10 minutos de estar haciendo un tarea en cerca, o puede ser “torpe” y golpearse con las cosas porque no calcula bien las distancias. En todos estos ejemplos está implicada la visión y con ellos sólo quería demostraros que aunque tengamos una Agudeza Visual del 100%, puede que no tengamos una Visión del 100%.
En muchas ópticas, cuando una persona va a hacerse una revisión, se limitan a obtener este resultado y a averiguar con qué lente puede mejorar ese porcentaje (si hay miopía, hipermetropía o astigmatismo), sin pararse a evaluar si esa visión funciona bien y si trabaja conjuntamente con otros sentidos. Es decir, para ellos la meta es conseguir ver el 100% de agudeza visual y no plantearse si hay algún otro síntoma que demuestre que no sólo se trata de mejorar la Agudeza, sino también de mejorar el rendimiento cuando se trabaja en cerca, o mejorar en un deporte o mejorar la lectura y su comprensión. Por ello, como no siempre se relacionan los problemas que se tienen en la vida diaria con un problema en la visión, yo os recomiendo que visitéis una consulta especializada que os ofrezca un estudio más amplio. Os sorprenderíais de cuántos síntomas y problemas en el cole, pueden eliminarse con la Terapia Visual y lo que ésta puede mejorar la calidad de vida en general de cualquier persona.
Un niño puede ser diagnosticado con una “visión perfecta” por un óptico o un oftalmólogo (indistintamente) simplemente por tener un 100% de Agudeza Visual, sin medírsele las habilidades visuales (enfoque, visión periférica, coordinación ojo-mano, discriminación de formas, relaciones espaciales,…) necesarias para tener un correcto aprendizaje o una buena coordinación corporal. En otra entrada posterior os contaré más detenidamente los problemas visuales relacionados con el aprendizaje.
Si un niño se tiene que esforzar en el colegio, en los deportes o en su conducta en casa, tanto padres como profesores deberían considerar que puede existir un problema visual, más allá de una Agudeza Visual.
Un ejemplo comparativo sencillo es el siguiente: cuando leemos no basta con verbalizar lo que vemos escrito y leer como un papagayo, tenemos que comprender lo que vemos. Por tanto, cuando leemos, no sólo es necesario que veamos las letras nítidas, tenemos que saber, recordar, interpretar y verbalizar lo que está escrito y de todo ello se encarga el proceso de la visión
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