Las personas con antecedentes familiares de glaucoma tienen mayor riesgo de desarrollar uno propio. Cuando este problema se detecta de forma precoz el paciente tiene un buen pronóstico.
Síntomas del Glaucoma
El glaucoma es una enfermedad que tiene muy pocas manifestaciones, así que cuando una persona percibe que algo le está pasando en el ojo ya es demasiado tarde para recuperar el campo visual perdido. Sí que es cierto que algunos pacientes presentan picores y escozores, pero lo normal es que se descubra el glaucoma en una revisión oftalmológica.
Tipos de Glaucoma
El glaucoma crónico es el más frecuente y es en el que más hay que incidir, porque muchas de las personas que lo padecen acaban perdiendo la visión. El otro tipo de glaucoma es el conocido como agudo en el que se presenta una subida brusca de la presión ocular, acompañada de mucho dolor.
Tratamientos
En los últimos años se ha avanzado mucho en el tratamiento médico del glaucoma. Hoy en día se recetan unas gotas de fácil aplicación que resultan muy efectivas. Cuando hay que recurrir a la cirugía, algo que ocurre menos ya que los diagnósticos se efectúan antes y los medicamentos son más efectivos, los resultados son muy buenos. Aproximadamente un 85% de las personas que se operan no tienen que usar gotas de nuevo y su presión ocular no vuelve a subir.
Pruebas de Diagnóstico
Los métodos actuales permiten llegar de forma rápida al diagnóstico del glaucoma. Cuando se sospecha que se puede sufrir esta alteración ocular se practican una serie de pruebas con aparatos especiales que valoran el nervio óptico y el campo visual, o las medidas del grosor corneal. Los resultados obtenidos permiten obtener fiabilidad en el diagnóstico del glaucoma. Hay que insistir en la prevención ya que una vez ha aparecido el glaucoma las lesiones que ya han aparecido no se pueden revertir.
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